lunes, 2 de junio de 2014


Leonel Fernández
@leonelfernandez
A principios de año, la República Dominicana obtuvo dos importantes logros en el ámbito de las tecnologías, que ponen de relieve su avance en esa área tan vital para el desarrollo sostenible en el siglo XXI.
El primero de esos logros se refiere a la primera cirugía robótica exitosa realizada en el país, por parte de  médicos dominicanos en el Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS), que en ese caso particular fue de vesícula biliar.
Conforme al Dr. Rafael Sánchez, presidente del Consejo de Administración del referido centro asistencial, ®el uso de robots marca un hito en la historia de la medicina dominicana, la cual nos coloca a la altura de países desarrollados, gracias a la adquisición del ultramoderno sistema Da Vinci Si, el más avanzado que existe en la actualidad.®
El doctor Sánchez añadió que ®La cirugía robótica representa un cambio dramático en la forma de hacer medicina y cirugías, ya que el aparato ofrece mayor efectividad y seguridad, al permitir penetrar con mayor profundidad en los tejidos que se pueden ver en forma tridimensional.®
Además de la cirugía robótica, el segundo gran logro tecnológico nacional alcanzado a principios de este año, fue la solicitud de registro de una patente hecha por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PCMM), a través de su Rector, Monseñor Agripino Núñez Collado, para un descubrimiento en el área de nanotecnología, que, como se sabe, representa un campo de las ciencias aplicadas dedicada al estudio, control y manipulación de la materia, que pasa de una escala micro, o pequeña,  a una escala nano, o muy pequeña.
Esa escala nano,  que se realiza a nivel de átomos y moléculas, se mide, a su vez, en términos de nanómetros, que es la unidad de longitud equivalente a una mil millonésima parte de un metro, que, como se recordará, representa 12 pulgadas, o lo que es lo mismo, un pie.
Para tener una mejor apreciación de la escala nanométrica, cabe indicar que el diámetro de un cabello humano es equivalente a 80 mil nanómetros, y que además de la nanotecnología, el nanómetro, como sistema de medición, se emplea para medir la longitud de onda de la radiación ultravioleta, la radiación infrarroja y la luz.
La importancia de la patente
El registro internacional de esa patente de invención, hecha por la PCMM,  en los Estados Unidos, Taiwán y en el consorcio PCT (Patent Cooperation Treaty), conformado por 148 países, fue la primera realizada por una universidad dominicana, luego de una investigación iniciada en el 2007, la cual contó con el respaldo económico del  Ministerio de Educación Superior, a través del Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondocyt).

La importancia de ese descubrimiento por parte de la PCMM consiste, no sólo en haber demostrado la capacidad de investigación científica que se ha alcanzado en el país, sino en el dramático impacto que se estima tendrá la nanotecnología en la economía global, comparable al de los semiconductores, la tecnología de la información y la comunicación, o la biología celular y molecular.
El desarrollo de la nanotecnología simboliza el nacimiento de la próxima revolución industrial, y se considera que diversos sectores serán sensiblemente impactados, como resultado de su evolución, entre ellos, la medicina, el sector energético, la electrónica, la biomedicina, el medio ambiente, el transporte, el área farmacéutica, el de los  materiales y la manufactura.
El criterio que prevalece en la nanotecnología es que la escala lo cambia todo, y que, por consiguiente, partículas nanométricas  de un material determinado,  presentan propiedades físicas y químicas  distintas a las de partículas más grandes del mismo material.
En otras palabras, las propiedades de los materiales cambian en función del tamaño, lo que permite nuevas combinaciones de propiedades físicas y químicas, y por lo tanto, nuevos productos que tendrán un impacto en el desarrollo de las sociedades.
Al referirse a ese fenómeno, Richard Feyman, uno de los pioneros de la nanotecnología, Premio Nobel de Física, 1965, en una disertación presentada ante el Instituto Tecnológico de California, llegó a sostener:
®Cuando lleguemos a un mundo muy, muy pequeño, digamos unos pocos átomos, ocurrirán muchas cosas nuevas. Los átomos en una pequeña escala no se comportan como se comportan en una escala grande, porque obedecen a las leyes de la mecánica cuántica.
Entonces, mientras bajamos y jugueteamos con los átomos, podremos esperar hacer cosas diferentes. Podremos fabricar de manera distinta.®
¿Cuáles cosas podrán realizarse  de manera distinta y con mayor eficiencia, que impacten a la sociedad?
Por de pronto, podrían desarrollarse nuevos métodos para detectar a tiempo enfermedades, como el cáncer,  y curarlas  en forma menos invasiva y con menores efectos secundarios; generar tejidos y órganos artificiales; desactivar virus; fabricar transistores y chips más pequeños y de mayor alcance para computadoras; celdas para paneles solares; sensores; blindaje eléctrico; y dispositivos de manejo de calor en los circuitos integrados.
Para alcanzar eso lo que se requiere es mejorar algunas propiedades físicas y químicas de los nanotubos de carbono, que fue exactamente lo que hicieron los investigadores de la PCMM con su investigación, encabezada por el doctor Fabrice Piazza, director del Laboratorio de Nanociencia de la PCMM, e investigador asociado de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra.
El futuro de la investigación dominicana
Al apoyarse en la física, la química, la biología, la ciencia de los materiales, la ingeniería y la informática, todo desde una perspectiva interdisciplinaria, el invento patentizado, a nivel internacional, por la Pontificia Universidad Católica consistió en el revestimiento de nanotubos de carbono, de 100 a 200 nanómetros de diámetro, con nanocristales de carburo de silicio y carbono, de tamaño del orden de 10 nanómetros, de tal suerte que el revestimiento se ajusta a la geometría de los nanotubos de carbono.

Aunque es difícil descifrar todo lo que se dice en el párrafo anterior, lo importantes es comprender que los nanotubos de carbono han sido los que han permitido el desarrollo de la nanotecnología en las últimas dos décadas, y esto así, debido a que tienen propiedades físicas y químicas  que resisten  altas temperaturas, conducen el calor mejor que el diamante y presentan una  capacidad para transportar corriente mayor que el Esa invención, realizada por una universidad dominicana,  tiene las posibilidades de ser aplicada a nivel industrial, en razón de que para ser competitivas, las industrias, en la actualidad, están desplazando su producción de la micro, o pequeña escala, a la nano, o muy pequeña escala.
Pero, además, como hemos dicho, porque resulta necesaria para el desarrollo de nuevas aplicaciones en áreas como la electrónica, la biomedicina, los generadores de Rayos X, los microscopios electrónicos y los amplificadores de micro-ondas.
Los logros tecnológicos obtenidos por el Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS), con la realización de la primera cirugía robótica en el país, y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PCMM), con el registro de la primera patente internacional, por parte de una universidad nacional, además de hacernos sentir orgullosos como dominicanos, nos indica que en materia de desarrollo tecnológico, la República Dominicana ha ingresado plenamente al siglo XXI.
De lo que se trata ahora es de sistematizar esa práctica, de extenderla a otras instituciones, de multiplicar sus efectos, y de hacerla parte integral de nuestra política nacional de desarrollo, para reducir la pobreza, enfrentar la inequidad social y promover la modernización, el progreso y el bienestar social.
Para eso contamos con un Plan Estratégico de Ciencia, Tecnología e Innovación, 2008-2018, que tiene como meta principal, contribuir con el mejoramiento competitivo de los sectores productivos nacionales; apoyar el proceso de transformación que requiere el país para su inserción exitosa en los esquemas regionales y globales de integración; y fortalecer el proceso de transición económica nacional hacia una economía basada en el conocimiento y la innovación.
De hacerlo así, se prevé un gran futuro para el desarrollo de la ciencia y la tecnología en la República Dominicana. 
El desarrollo de la nanotecnología simboliza el nacimiento de la próxima revolución industrial.

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