lunes, 26 de septiembre de 2011

Nuevas modificaciones en billetes en la moneda de circulación nacional.

Fuente: LISTIN
En vez de leerse “pesos oro” dirán “pesos dominicanos”.
SANTO DOMINGO.- El Banco Central de la República Dominicana informó que los billetes de RD$2,000.00, RD$1,000.00, RD$500.00, RD$100.00 y RD$50.00, correspondientes al año 2011, presentarán cambios en la nueva Unidad Monetaria Nacional y en vez de leerse “pesos oro” dirán “pesos dominicanos”.
Estos cambios, indica el Banco Central en un comunicado, los establece el artículo 229 de la Constitución de la República, promulgada el 26 de enero de 2010 y en el artículo 25, literal c, de la Ley Monetaria y Financiera No. 183-02 de fecha 21 de noviembre de 2002.
La entidad bancaria reveló que se han introducido nuevas medidas de seguridad a fin de que el público en general pueda identificar la autenticidad de los mismos con mayor facilidad cumpliendo con los estándares internacionales.
El aumento en la seguridad de los billetes de RD$500.00, RD$1,000.00 y RD$2,000.00 consiste en el cambio de posición del “sello circular del Banco Central”, el cual estará ubicado justo debajo del ramillete con cuatro (4) flores de la caoba en el centro de los billetes.
Igualmente, el cambio de posición y modificación de la figura con tinta, que cambia de color al cambiar de posición el billete, estará ubicada en el lugar que ocupaba el sello circular del Banco Central.
Esta tinta posee una figura diferente para cada denominación y en su centro el ojo humano podrá observar un rolo central con movimiento horizontal que sube y baja.
Asimismo, en el fondo de la marca de agua con el valor de la denominación en caracteres numéricos, se observan unos pixeles de muchos puntos con una forma diferente para cada denominación.
El Banco Central informó también que los billetes de RD$100.00 han experimentado el cambio de la forma de aplicación de la tinta, que cambia de color al cambiar de posición el billete, la cual se puede observar con más nitidez y brillo. 
La institución especifica que los nuevos billetes comenzarán a circular a medida que se agoten las existencias de los billetes impresos en años anteriores.
Añade que estos nuevos billetes se integran al cono monetario nacional y circularán conjuntamente con las demás denominaciones existentes, con fuerza liberatoria para el pago de todas las obligaciones públicas o privadas.

FUERZA DE TRABAJO Y OBJETIVOS DE ESTUDIO DE LA ECONOMIA

Diccionario de economía política, de Borísov, Zhamin y Makárova


FUERZA DE TRABAJO: capacidad del hombre para trabajar, conjunto de fuerzas físicas y espirituales de que el hombre dispone y que utiliza en el proceso de producción de los bienes materiales.

FUERZA DE TRABAJO: capacidad del hombre para trabajar, conjunto de fuerzas físicas y espirituales de que el hombre dispone y que utiliza en el proceso de producción de los bienes materiales. La fuerza de trabajo es la condición fundamental de la producción en toda sociedad. En el proceso de producción, el hombre no sólo actúa sobre la naturaleza que le rodeo, sino que desarrolla, además, su experiencia productiva, sus hábitos de trabajo. En las sociedades antagónicas de clase, los obreros carecen de medios de producción y son explotados. Las formas en que la fuerza de trabajo se explota dependen del tipo de propiedad imperante. Bajo el capitalismo, la fuerza de trabajo se conviene en una mercancía. Las condiciones necesarias para que la fuerza de trabajo se convierta en mercancía son: 1) la libertad personal del individuo, la posibilidad de disponer de su fuerza de trabajo; 2) la carencia de medios de producción en lo que respecta al trabajador, la necesidad de vender la capacidad de trabajo para obtener medios de subsistencia. Bajo el capitalismo, la fuerza de trabajo, como cualquier otra mercancía, posee valor y valor de uso. El valor de la fuerza de trabajo se determina por el valor de los medios de vida indispensables para mantener la normal capacidad de trabajo de su poseedor y sostener a los miembros de su familia, y también por los gastos que implica el aprendizaje del obrero. Con el desarrollo de la sociedad, el valor de la fuerza de trabajo cambia de magnitud, dado que se modifican el nivel de las necesidades y la cantidad de medios de vida necesarios al obrero y a su familia; también cambia el valor de dichos medios de vida a causa del avance de las fuerzas productivas. Así, por ejemplo, el valor de la fuerza de trabajo de un obrero inglés en nuestros días es esencialmente distinto de lo que era a mediados del siglo XIX. Las diferencias de nivel en el desarrollo económico, las peculiaridades nacionales e históricas de los países, así como las condiciones naturales y climáticas hacen que el valor de la fuerza de trabajo en los diferentes países presente diferencias esenciales. A medida que la producción progresa, se registra una tendencia general a que se eleve el nivel de las necesidades del obrero y aumente el valor de la fuerza de trabajo. El precio de esta fuerza tiende a situarse por debajo de su valor, lo cual se halla condicionado por el aumento del paro forzoso. Los capitalistas procuran reducir al mínimo las necesidades materiales y culturales de los trabajadores disminuyendo los salarios. El valor de uso de la mercancía fuerza de trabajo estriba en la facultad que posee el obrero de crear, en el proceso de trabajo, un valor que supera al de la propia fuerza de trabajo, es decir, estriba en la facultad de proporcionar plusvalía (ver). En la facultad que la fuerza de trabajo posee de crear plusvalía reside el principal interés del capitalista. Únicamente en ello ve el capitalista el sentido de comprar y consumir fuerza de trabajo. En la sociedad socialista, la fuerza de trabajo no es una mercancía. Gracias al dominio de la propiedad social sobre los medios de producción, los trabajadores, en dicha sociedad, son los dueños de todas las riquezas. Las relaciones entre los obreros y el Estado socialista, así como con las uniones cooperativas, se establecen sobre la base de la utilización planificada de los recursos de trabajo en interés de todos los miembros de la sociedad. Las relaciones socialistas de producción hacen posible el desarrollo integral de las facultades físicas y espirituales de los trabajadores, la incesante elevación de su nivel cultural y técnico y de su bienestar material.


Objetivo de estudio de la economía
El objeto de la Economía es estudiar la correcta distribución de los recursos escasos para satisfacer las necesidades del ser humano. En otras palabras, analiza la relación entre los recursos de los que se dispone, que son de carácter limitado y las necesidades, que son de carácter ilimitado, aunque jerarquizadas. El objeto de la economía es muy amplio, abarcando el estudio y análisis de los siguientes hechos:1
§                     La forma en que se fijan los precios de los bienes y de los factores productivos como el trabajo, el capital y la tierra y como se utilizan para asignar los recursos.
§             El comportamiento de los mercados financieros y la forma en que se asigna el capital en la sociedad.
§             Las consecuencias de la intervención del Estado en la sociedad y su influencia en la eficiencia del mercado.
§                    La distribución de la renta y propone los mejores métodos de ayuda a la pobreza sin alterar los resultados económicos.
§                     La influencia del gasto público, los impuestos y el déficit presupuestario del Estado en el crecimiento de los países.
§                Como se desarrollan los ciclos económicos, sus causas, las oscilaciones del desempleo y la producción, así como las medidas necesarias para mejorar el crecimiento económico a corto y a largo plazo.
§                     El funcionamiento del comercio internacional y las consecuencias del establecimiento de barreras al libre comercio.
§                     El crecimiento de los países en vías de desarrollo.

“Construyamos Futuro, Sembremos Valores”


“Construyamos Futuro, Sembremos Valores”

Por Manuel García Rodríguez
Un municipio donde se cultivan tantos frutos gracias a la fertilidad de sus tierras y a la dedicación de tantos hombres y mujeres que día a día hacen germinar la semilla en la tierra para obtener mediante la ofrenda de su trabajo las mejores hortalizas y vegetales del país. Una comunidad bendecida por Díos con atributos inigualables en el mundo que derrama paz y sosiego al que nos visita e impacta con su belleza el órgano visual de nuestros conciudadanos; CONSTANZA, Valle Encantado que da vida, que da esperanza.

Nuestros jóvenes ávidos de sabiduría buscan el pan de la enseñanza en los centros educativos, buscan la fortaleza física en el deporte, buscan  la tranquilidad espiritual en el templo religioso de sus comunidades.  

Hoy se hace imperante, urgente y necesario enfocar un gran esfuerzo en cultivar valores, valores que fortalezcan esa búsqueda insaciable de respuestas de la juventud, valores que provoquen en ellos, hábitos, actitudes y rasgos personales que propicien un crecimiento humano que fortalezca las bases de la familia para una mejor más habitable sociedad.

Debemos los padres y madres, junto a los profesores, Construir Futuro, sembrando en nuestros hijos e hijas actitudes que les permitan cumplir con sus deberes y hacerlos capaces de asumir el compromiso de su propia realización; sí Construir Futuro, hoy que innumerables peligros asechan la vida en comunidad y el hombre se enfoca contra sí mismo, nos interrumpe en la rutinaria jornada del día esa voz interior que nos cuestiona en la dirección en que van las cosas y nos alerta hacia donde estamos guiando a las futuras generaciones.

Aunque “El alma es un vaso que sólo se llena con eternidad” como certeramente expresara Amado Nervo. No menos cierto es que sólo llega a tener carácter el que ha desarrollado hábitos de existir por valores cimentado en los principios sólidos de su formación familiar. Mi padre solía repetir constantemente “he levantado esta familia gracias a la Responsabilidad, honestidad y honradez con la  que fui criado y ha sido mi lema toda la vida” él, (José García), sembró en su entorno la grandeza de lo humilde sin dejarse absorber por las vanidades materiales que les acechaban.

Cuantas familias desintegradas, cuantos jóvenes privados de su libertad, cuantas madres desconsoladas lloran la perdida de su hijo que le arrebató el narcotráfico y la violencia, cuanta pornografía en nuestros medios y que promiscuidad exhiben nuestros adolescentes en los parques, que descuido tenemos los padres, madres, profesores y autoridades.

Es nuestra responsabilidad revertir esta realidad, así como el final de la floración es el fruto y la planta es la responsable del proceso, somos los padres, madres y profesores los llamados a Construir Futuro, sembrando valores en nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes mediante la  instauración de una cultura de valores que produzca adultos y familias mejores para una mejor y mas habitable sociedad.